Salimos de Fisterra a las 6,15 minutos de la mañana.
Encontramos las primeras señales indicativas del camino,que al contrario que las anteriores que siempre marcaban la dirección del recorrido, estas siempre señalan hacia abajo, lo que indican que nos estamos alejando del Camino que en su día recorrió el Apóstol, desde oriente a occidente hasta que llegó al final de la tierra. ( Finisterre )
Que bien viene un trago de agua fresca a mitad del camino.
¡ Por fin Muxía ! Hemos llegado al final. La alegría se nota en nuestros rostros.
¡ El kilometro cero ! Ni un kilometro MÁS. ¡ Se acabó !
Ante la puerta del Santuario Santa María Da Barca.
La zona donde se encuentran las famosas piedras, que la leyenda y la tradición han convertido en las piedras más visitadas de Galicia.
Pasando por abajo de la “Pedra dos Cadrís”.
La “Pedra de Abalar”.
Celebración final con unas cervezas Estrella de Galicia.
¡ Ya se ha terminado hermano ! Hemos estado continuamente juntos, día y noche, durante 31 días; han transcurrido 744 horas; hemos recorrido 930 kilómetros y hemos dado 1.200.000 pasos aproximadamente. Hemos compartido sol, lluvia y viento. Hemos visto amanecer y atardecer, correr a los conejos, volar a toda clase de aves y trepar a las ardillas. Hemos oído cantar a los pájaros, ladrar a los perros y el ulular del viento al pasar entre los árboles. Hemos conocido ciudades, aldeas, pueblos y gente. Hemos atravesado ríos, subido montes y cruzado valles. Hemos visitado iglesias, ermitas, conventos, castillos y catedrales. Hemos compartido la comida con otros peregrinos, y bebido agua fresca de las fuentes. También hemos sufrido agujetas, ampollas y tendinitis. Hemos padecido sed, cansancio y veces hambre. ¿Y sabes que te digo?….. Que volveremos a repetirlo de nuevo; porque tú y yo hermano, siempre hemos estado y estaremos juntos.
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